En cada proyecto de infraestructura, mobiliario urbano o control de accesos, hay decisiones que parecen pequeñas pero que determinan el éxito o el fracaso a largo plazo. Una de las más importantes y a veces subestimadas es la elección entre productos certificados o no certificados.
A simple vista, ambos pueden parecer similares: cumplen la misma función, lucen parecidos y, en ocasiones, el precio del no certificado puede resultar tentador. Sin embargo, detrás de esa diferencia de costo se esconden riesgos operativos, legales y reputacionales que pueden afectar directamente el cumplimiento normativo de tu organización.
Los productos certificados no son solo un sello o una etiqueta más: son garantía de que han pasado pruebas técnicas, cumplen con normativas nacionales o internacionales y ofrecen seguridad, calidad y respaldo verificable. En cambio, los productos no certificados pueden poner en juego la continuidad de tu operación, exponerse a sanciones e incluso comprometer la seguridad de las personas.
A continuación te explicaremos, desde una mirada práctica y técnica, cómo impacta esta decisión en el cumplimiento normativo, qué riesgos implica no considerar la certificación y por qué elegir correctamente puede ahorrarte muchos problemas a futuro.
¿Qué es un producto certificado?
Un producto certificado es aquel que ha sido sometido a ensayos, revisión o verificación por un organismo reconocido, y que cuenta con documentación que respalda que cumple ciertos estándares, normativas nacionales o internacionales.
En Chile, la certificación puede ser regulada (obligatoria para ciertos productos) o voluntaria, dependiendo del tipo de producto o sector.
¿Qué es un producto no certificado?
Es aquel que se comercializa sin respaldo documental independiente que garantice que cumple los estándares aplicables o que no ha pasado por ensayos o revisiones formales. Puede parecer funcional al momento de la compra, pero contiene riesgos ocultos.
Beneficios de usar productos certificados
- Conformidad con normativas y reglamentos
Si el producto requiere certificación obligatoria según la normativa chilena y se adquiere uno sin certificación, la empresa incumple regulaciones, lo que puede acarrear sanciones, devolución del producto o incluso paralización del uso.
- Reducción de riesgo de responsabilidad civil o reputacional
Un producto mal certificado o no certificado, que cause un fallo puede generar daños personales, materiales o ambientales.
- Facilita auditorías e inspecciones
Cuando la empresa cuenta con documentación de certificación, responde mejor en inspecciones o auditorías. Esto aporta transparencia y facilita el registro de cumplimiento interno.
- Mejora la calidad y seguridad de los productos empleados
La certificación implica que el producto ha pasado pruebas de calidad, rendimiento o seguridad, lo que aumenta la probabilidad de que funcione como se espera y tenga menor tasa de fallo.
¿Cómo evaluar si un producto está correctamente certificado?
- Verifica la etiqueta o sello de certificación y qué organismo lo emite.
- Revisa que el certificado esté vigente y que el tipo de producto coincida con el ámbito de certificación.
- Solicita la documentación técnica.
- Guarda los certificados en archivo de gestión de cumplimiento para auditorías futuras.
En la gestión de proyectos de infraestructura, mobiliario urbano, control de accesos o equipamiento corporativo, la elección entre productos certificados o no certificados no es solo una cuestión de precio o proveedor, se trata de una decisión estratégica que impacta en seguridad, cumplimiento normativo, costos operativos y reputación.
En Inducrom te recomendamos siempre optar por productos certificados, esto sin lugar a dudas, te posiciona en ventaja frente a riesgos ocultos y te ofrece respaldo real.
Preguntas Frecuentes
¿Un producto certificado garantiza cero fallas?
No garantiza cero fallas, pero sí que ha sido probado y evaluado según estándares. Aun así, la instalación, uso y mantenimiento siguen siendo factores clave.
¿Qué ocurre si instalo un producto no certificado en un proyecto regulado?
Podrías enfrentar multas, clausuras o pérdida de permisos si la autoridad detecta que el producto no cumple la normativa aplicable. Además, cualquier daño o accidente relacionado podría implicar responsabilidad civil o penal para la empresa o el responsable del proyecto.
¿Un producto certificado cuesta más? ¿Vale la pena?
Sí, suele tener un costo inicial algo mayor, pero a largo plazo reduce costos operativos, riesgos legales y tiempos de mantenimiento. Es una inversión en seguridad, reputación y cumplimiento.
En Inducrom entendemos que el cumplimiento normativo no es solo una obligación, sino una forma de proteger tu proyecto y la seguridad de las personas.
Contáctanos hoy y recibe asesoría técnica gratuita para asegurarte de que los productos que estás considerando cumplen con las normativas vigentes y los estándares de calidad que tu empresa necesita.

